Por ello invitó a que “miremos a Jesús, ese Jesús que vino a luchar contra el maligno. Este Jesús, que viene con ternura, con misericordia a salvarnos, es el que concibió, alumbró y educó la Santísima Virgen María. Ella está con nosotros porque nos quiere llevar a Jesús, que nos reconciliemos con Jesús, que lo escuchemos. Si con María y por María dan un paso decidido para encontrarse con Jesús, para abrir de par en par el corazón a la fuerza Espíritu, ustedes van a ser espirituales, van a entender lo que es la vida cristiana, y van a ser apóstoles, misioneros, verdaderos artífices de paz y de transformación de este mundo. Pero sólo con Jesús. Y quedémonos con esta frase final que decía San Bernardo, un gran monje, un poeta, un cantor de la Virgen, él decía: ‘A Cristo por María’”.
Antes de la bendición final, todo el pueblo de Dios reunido en torno al altar, junto con sus pastores, alabaron a la Madre del Valle con el canto.