El equipo de sacerdotes de Barrios Populares y Villas de la Argentina, junto con la Familia Grande Hogar de Cristo, expresó su profunda conmoción por la muerte del Papa Francisco, manifestando tanto el dolor por su partida como la paz de saber que ahora se convierte en un aliado celestial.

"Nos deja un vacío enorme a nivel mundial, y así de enorme nos deja también su legado: una Iglesia pobre para los pobres, una Iglesia en salida, una Iglesia hospital de campaña, una Iglesia cercana, compasiva y cariñosa", expresaron en un comunicado conjunto.

Francisco, quien eligió su nombre en honor a San Francisco de Asís, dedicó su pontificado a construir una Iglesia para todos, especialmente para los más olvidados y descartados de la sociedad: los pobres, los presos, los enfermos, los niños, los abuelos, los que viven en la calle. Su opción preferencial por los últimos fue el eje de su magisterio y su testimonio cotidiano.