Más adelante expresó que “el Evangelio de hoy nos anima también a los grandes a mirar a los muchachos, a las muchachas de nuestro tiempo, a alimentarlos con los valores, con la esperanza, la fe, la caridad. Son ustedes, queridas familias, quienes están llamadas a alimentar a nuestros muchachos y muchachas para que puedan alimentar a cientos de miles de hambrientos aquí, ahora y en el futuro”.
“La Iglesia necesita de muchachos y muchachas que tiendan la mano con el alimento espiritual”, afirmó, destacando la importancia de la oración personal y en comunidad, animando a todos a que recen en familia. “Eso también es alimento, nos alimenta el alma, el corazón, para poder alimentar al otro de Dios”, aseveró, apuntando que “el alimento espiritual que nos ha dejado hoy el Señor es su mamá María, también nos alimentemos de lo que ella nos ofrece, que es Jesús”.
Finalmente, agradeció “a todos los movimientos, instituciones, grupos juveniles, sacerdotes y familias que se juegan por los jóvenes, en nuestro tiempo en que la evangelización en los jóvenes es un desafío. No tengan miedo, no están solos, están con María Santísima del Valle en este tiempo de crisis, y con Jesús. Que ellos los acompañen siempre”.
Al concluir la celebración eucarística, se proyectó un video preparado por los chicos bajo el lema “Con María y Fray Mamerto, los jóvenes queremos construir una Patria más justa”, en cuya primera parte representaron uno de los sermones del fraile catamarqueño referido a la Virgen del Valle, y luego se mostró una sucesión de fotos de distintos movimientos, instituciones, grupos juveniles parroquiales que trabajan en la Diócesis de Catamarca.