Los pueblos andinos durante esta época rinden culto a la
Pachamama (Madre tierra). Es lo que conocemos como la Corpachada y con bautismo
incluido. Al nombre elegido por los padres como una forma de identidad está el
nombre que elige el que será bautizado con el rito de la Pachamama. Siempre es
un nombre que está relacionado con la naturaleza. No hay que asustarse ni
escandalizarse. Somos parte de la naturaleza, somos hijos de la tierra. Incluso
en el libro del Génesis Dios creó al hombre del polvo de la tierra. “Polvo eres
y en `polvo te convertirás”
El rito a la Madre tierra es la forma humana de tener devoción a
quien engendra la vida en los alimentos y cultivos, que alimenta de sentido a cada
elemento de la creación. No es un rito satánico. Al contrario es dar gracias al
creador por hacernos parte la naturaleza. Un pueblo pasa a ser dominado cuando
niega la bondad del espíritu de la tierra y rompe ese cordón umbilical que da
sentido de pertenencia. Nos hacemos esclavos cuando rechazamos y destruimos a
quien nos entrega el camino y nos
perpetua en la huella que dejamos. Somos tan indiferente a la bondad de la
tierra que hay personas que hoy sufren hambre. Esta indiferencia provoca la
injusticia social.
“Cuidar la Tierra es inseparable de la justicia social” dice el
Papa Francisco en Laudato Si. “Necesitamos fortalecer la convicción de que
somos una sola familia humana, no hay fronteras ni barreras, políticas o
sociales, detrás de las cuales podemos escondernos, y menos aún hay espacio
para la globalización de la indiferencia. Innegablemente, los pobres son las
víctimas: tenemos que darnos cuenta de que un verdadero enfoque ecológico
siempre se convierte en un enfoque social, debe integrar cuestiones de justicia
en los debates sobre el medio ambiente, para escuchar tanto el grito de la
tierra y el clamor de los pobres…Cuidar la Tierra es vivir la Ecología
Integral, la ecología no es sólo enteramente «ambiental», está más allá de lo
ambiental, sino que es la calidad de vida en todos los elementos de la
ecología: ambiental, económica, social, cultural, conductual y estructural”.
Agosto. Mes para recordar que la peor enfermedad comienza con la
destrucción del planeta. El pecado no es la devoción a la tierra sino nuestras
conductas carente de una ecología humana. Kusilla kusilla…que la humanidad
entienda que somos naturaleza.