En la Feria del libro contaron una experiencia de la pandemia en donde, al estar encerrados se limitaron las acciones de la misión del padre Pepe, de la cual Walter forma parte. Es así como se les ocurrió contar desde lo audiovisual, historias de la pandemia. Generaron 13 documentales con personas esenciales, mostraron a la gente que no se ve, que no tiene prensa, vecinos que se hicieron prójimos. Esos esenciales fueron la mujer que hizo un merendero de comida saludable, un médico a quien la pandemia lo atrapó en una villa y allí se quedó, el personal del ejército y especialmente un sargento que no temió al virus y se involucró en primera persona, una religiosa que se sabe de memoria, de tanto recorrerlos, los pasillos de las villas , un hogar de abuelos en situación de calle, el director del teatro Colón quien, lleno de fama se fue a la villa a ponerse a disposición del padre Pepe, el padre Bachi, muerto por el Covid que daba fuertes abrazos, las enfermeras del AMBA, los bomberos de las villas. Esa primera temporada tuvo además de muchas visitas en You Tube el apoyo de la Tv Pública que lo puso en su programación. Y vino la segunda temporada y ya se está produciendo la tercera con el gran regalo de que uno de ellos estará dedicado a nuestros Beatos Mártires.

No dejen de mirar los capítulos de Ser esencial en You Tube, se entra así de fácil y es difícil salir por la intensidad de los testimonios que inspiran y dan esperanza. Además la parte audiovisual, filmación, sonido y demás es impecable y hecho a pulmón por Walter y 2 personas más. No son unos simples videos y de eso tenemos que aprender mucho la Iglesia: a comunicar bien y con calidad.  Un documental que se convirtió en libro editado por Santa María.

El Padre Pepe además de repetir su fórmula de las tres C de Casa, Colegio y Capilla como medida preventiva para los niños y jóvenes en riesgo, en su intervención instó a formar comunidades como un espacio privilegiado del barrio y la capilla.

Respecto a Ser esencial lo definió como la Iglesia que no miramos, con personas concretas que se organizan en tiempo difíciles y con gran constancia. Se trata de mirar a la Iglesia en un sentido más amplio y profundo, una Iglesia en salida que se preocupa por todas las periferias, por los más necesitados. Está la comunidad y están las personas que la forman que no son reconocidas públicamente, que no forman parte de las noticias.

Concluyó con una pregunta para hacernos siempre cuando proponemos algo ¿está nuestra mirada o la mirada de la gente?
Viendo este testimonio podemos decir que el Padre Pepe, Walter y Gustavo también son esenciales porque nos muestran a la Buena Noticia encarnada y buenas noticias en medio de la desesperanza. Son una inspiración para sabernos esenciales a los ojos de Dios y un llamado a ejercer esa esencialidad.