De hecho, en la misiva el Santo Padre ha señalado que hay numerosos e importantes temas teológicos que exigen mayor profundidad de estudio, por tanto, no será posible analizarlos en el mes octubre de 2024, sino que estos grupos de estudio tendrán ocho meses adicionales – hasta junio de 2025 – para reflexionar sobre estas cuestiones fundamentales.
«Las múltiples e importantes cuestiones teológicas (…) todas relacionadas en distinta medida con la renovación sinodal de la Iglesia y no faltas de repercusiones jurídicas y pastorales, que han ido surgiendo en las reuniones del sínodo (…) por su naturaleza, exigen un estudio en profundidad”, apuntó.
Es así que, el Pontífice ha dispuesto se asignen Grupos de Estudio específicos de estudio para analizar estos aspectos adecuadamente, de acuerdo con los Dicasterios competentes de la Curia Romana. Haciendo la salvedad que el trabajo “de profundización requiere ser llevado a cabo de manera auténticamente sinodal”, por lo que pidió invitar a pastores y expertos de todos los continentes, “identificados en función de su competencia y teniendo cuidado de respetar la variedad de procedencias geográficas, áreas disciplinares, género y condición eclesial necesaria para un enfoque auténticamente sinodal”.
Advirtió además que, estos expertos tendrán la tarea de recoger y enriquecer las contribuciones ya existentes sobre los temas que se les asignen, agregando que “las ideas que aporten deberán basarse no sólo en el estudio y la investigación, sino también en la consideración de los frutos de la escucha activa en una diversidad de situaciones pastorales y a partir de las consideraciones de las Iglesias locales”.
Adicional a esto, se ha propuesto que, para profundizar los aspectos teológicos, jurídicos, pastorales, espirituales y comunicativos de la sinodalidad de la Iglesia, que competen a los 10 temas de estudio, la Secretaría General del Sínodo activará un “Forum permanente”, para responder a la petición de “promover, en lugar oportuno, el trabajo teológico de profundización terminológica y conceptual de la noción y de la práctica de la sinodalidad”.