El Papa Francisco está «profundamente entristecido» por la pérdida de vidas y la «devastación generalizada» causadas por el terremoto en el sudeste asiático, que sacudió Myanmar y Tailandia. El seísmo, de magnitud 7,7, devastó amplias zonas de ambos países y dejó muertos y heridos. En un telegrama de pésame firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, y dirigido a las autoridades eclesiásticas y civiles birmanas y tailandesas, el Pontífice «ofrece sentidas oraciones por las almas de los difuntos y la seguridad de su cercanía espiritual a todos los afectados por esta tragedia». El Papa «reza también para que el personal de emergencia sea sostenido en su atención a los heridos y desplazados por los dones divinos de la fortaleza y la perseverancia».

Condolencia por Corea afectada por los incendios

En un telegrama, firmado también por el cardenal Parolin, publicado posteriormente y enviado a las autoridades civiles y eclesiásticas locales, el Papa expresa su preocupación por la «amenaza a la vida» y los «daños» causados por los incendios generalizados en diversas partes de Corea, que han afectado especialmente a zonas forestales. En el mensaje, Francisco confía las almas de los fallecidos «a la amorosa misericordia de Dios Todopoderoso» y envía «sentidas condolencias» a quienes lloran su pérdida. El Papa asegura también oraciones por los heridos y por los socorristas y personal de emergencia, invocando sobre todos «las bendiciones divinas de consuelo, curación y fortaleza».