Delegados de las diferentes diócesis del país, junto a miembros de la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPAS), se reunieron los días 29 y 30 de marzo en Buenos Aires, para reflexionar sobre la realidad actual y plantearse cuál es el aporte que la Iglesia puede hacer en vistas a la construcción de una sociedad más fraterna.
La última jornada del Encuentro Nacional de Delegados Diocesanos de Pastoral Social comenzó con la misa presidida por monseñor Carlos Tissera, obispo de Quilmes, quien en su homilía destacó al beato Eduardo Pironio, el "profeta de esperanza", que en tiempos difíciles supo predicarla y vivirla poniendo luz en situaciones que parecían no tener salida.
El prelado quilmeño animó también a ser, como Pastoral Social, misioneros de esperanza en los espacios vulnerados a los que 'estamos llamados a llevar el Evangelio".
A continuación, se presentó la Comisión Nacional Justicia y Paz, cuyos miembros expusieron los deseos de trabajar orgánicamente con la CEPAS.
Seguidamente, se formaron grupos para que, con el método de la conversación espiritual, ofrecieran ideas relacionadas con el objetivo, el título, el contenido y la metodología de la Semana Social, que se realizará en Mar del Plata el 8, 9 y 10 de agosto. Dos de los temas más sugeridos fue los diez años desde la publicación de la encíclica Laudato si' y el cuidado de la Casa Común. Los aportes se seguirán madurando hasta llegar a un consenso final para esas jornadas.
A continuación, pueden verse las principales problemáticas sociales que surgieron de la conversación espiritual.
Cuestión Social y Pobreza
Violencia e Inseguridad
Sociedad adictiva y Problemáticas Asociadas
Cuidado de la Casa Común
Institucionalidad y Participación Social
Educación y Cultura
Líneas de acción
Ante esas problemáticas, se propusieron las siguientes líneas de acción.
Pastoral Social como Espacio de Encuentro y Diálogo
Formación y Educación en Doctrina Social de la Iglesia (DSI)
Acompañamiento y Trabajo Territorial
Sensibilización y visibilización de problemáticas
Espiritualidad y compromiso social
Aportes de la CEPAS y perfil del agente
El sábado, se presentaron los aportes que la Pastoral Social, que preside monseñor Dante Braida (La Rioja), debe realizar a la sociedad y se trazó el perfil del agente de Pastoral Social:
1. Aportes
Puente de encuentro y diálogo
La Pastoral Social debe generar espacios de encuentro entre distintos actores sociales, promoviendo la escucha atenta, especialmente de los más vulnerables. Su rol es articular y enlazar acciones para construir comunidad con apertura y diálogo.
Acompañamiento y servicio con sentido comunitario
Es fundamental acompañar a las personas y situaciones concretas con un espíritu orante, promoviendo la participación y el compromiso.
Discernimiento y denuncia desde la fe
La Pastoral Social debe leer la realidad desde la Doctrina Social de la Iglesia, anunciando la esperanza y denunciando las causas de las injusticias. Esto implica intervenir en el ámbito político y social con responsabilidad y claridad.
Formación y transformación
Es clave la formación integral de agentes pastorales para renovar mentalidades, estructuras y actitudes. La Doctrina Social de la Iglesia es una luz para la comunidad, promoviendo una pastoral en salida con vocación de servicio y testimonio.
Articulación de redes y acción organizada
La Pastoral Social debe tejer redes intersectoriales para dar respuestas concretas en los territorios. Actuar bajo el método "ver, juzgar y actuar", gestionando el disenso y promoviendo la inclusión con signos visibles de alegría, esperanza y compromiso
2. Perfil del Agente de Pastoral Social
Servidor con vocación de encuentro y unidad
Es un agente que busca re-unir, generar espacios de diálogo y gestionar el disenso con moderación. Actúa como puente entre diferentes sectores, promoviendo la unidad y la comunión en la diversidad.
Escucha atenta, empatía y cercanía
Cultiva una escucha sensible y propositiva, comprendiendo las realidades con empatía y valentía. Su cercanía genera confianza y vínculos sólidos, especialmente con los más vulnerables.
Compromiso con el territorio y formación constante
Está presente en el territorio, conoce sus dinámicas y necesidades. Su acción se fundamenta en una sólida formación en el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia, multiplicando lo aprendido y promoviendo procesos de transformación.
Testimonio creíble y humilde
Su vida es un reflejo de su misión, actuando con humildad y credibilidad. Su testimonio inspira y moviliza, siendo un canal de unidad, moderación y diálogo en la comunidad.
Espiritualidad y alegría en el servicio
Vive su vocación desde la trascendencia y la espiritualidad, irradiando alegría y esperanza. Es "fuego, pan y vino", cuidando también a quienes cuidan, con una actitud de servicio generoso y orante.+