La matanza de los mártires de Lyon, con el obispo San Potino a la cabeza, sucedió durante la persecución de Marco Aurelio, en el año 177. Por revelación divina, el P. Marcelo consiguió escapar de la muerte y refugiarse en Chalonsur-Saône; pero cierto día, emprendió un viaje hacia el norte y en el camino se encontró con la comitiva del gobernador Prisco, quien lo invitó a un banquete en su casa. (Fuente: ACI Prensa)
El religioso aceptó pero pronto se dio cuenta que Prisco y sus invitados se disponían realizar algunos ritos religiosos paganos, disculpándose de no tomar parte en la celebración, pues él era cristiano. El gobernador ordenó a Marcelo adorar la estatua de Saturno y como el sacerdote se negó rotundamente, Prisco ordenó matarlo.
El santo fue llevado a las orillas del río Saòne, y enterrado hasta el pecho en la tierra apretada siendo abandonado a su suerte, y falleciendo a los tres días de hambre y sed.
El Papa Gregorio I, con más justicia llamado "Magno", fue el primer Pontífice que fue monje y ascendió a la silla apostólica cuando Italia se hallaba en una condición deplorable como consecuencia de las luchas entre los ostrogodos y el emperador Justiniano, que terminaron con la derrota y muerte de Totila, en el año 562. (Fuente: ACI Prensa)
Guillermo Nicolás Ludovico nació en Boulogne-sur-Mer, el 14 de noviembre de 1745. Su padre fue un rico comerciante. Nicolás frecuentó la escuela comercial de los Hermanos de las Escuelas Cristianas que dirigían en aquella ciudad. (Fuente: ACI Prensa)
San Ramón nació de familia noble en Portell, cerca de Barcelona, España en el año 1200. Recibió el sobrenombre de non natus (no nacido), porque su madre murió en el parto antes de que el niño viese la luz. Con el permiso de su padre, el santo ingresó en la orden de los Mercedarios, que acababa de fundarse. San Pedro Nolasco, el fundador, recibió la profesión de Ramón en Barcelona.
El Papa Inocencio IX dijo de esta santa un elogio admirable: "Probablemente no ha habido en América un misionero que con sus predicaciones haya logrado más conversiones que las que Rosa de Lima obtuvo con su oración y sus mortificaciones".