Mons. González de Zárate señaló que la canonización de José Gregorio Hernández podría venir acompañada de la de otra beata venezolana. Actualmente, Venezuela cuenta con las beatas Madre María de San José, Madre Candelaria de San José y Madre Carmen Rendiles, cuya canonización podría anunciarse en el futuro.

El arzobispo encomendó la salud del Papa Francisco a José Gregorio Hernández y expresó el deseo de que el propio Pontífice pueda presidir la ceremonia de canonización: “Esperamos buenas noticias en ese sentido. Esperemos que haya la publicación para no adelantar, no crear conjeturas, pero estamos también en la expectativa de buenas noticias en ese campo de otras canonizaciones, quizá de una de las hermanas”, expresó.

Un regalo de Dios para el pueblo venezolano

Respecto a la canonización de José Gregorio Hernández declaró para un medio colombiano: “Vemos en ello un regalo de Dios para el pueblo venezolano que esperaba esta noticia desde hace bastante tiempo, ya en ocasión de la beatificación, se puso de manifiesto el gran amor que tiene nuestro pueblo por el Dr. José Gregorio Hernández, en quien vemos a un ciudadano ejemplar, a un cristiano que vivió con intensidad los valores de su seguimiento de nuestro Señor Jesucristo y que es un referente para todo el pueblo venezolano”.

La canonización de José Gregorio Hernández tiene un carácter especial. Es un símbolo de unidad en una nación polarizada, ya que su figura trasciende diferencias políticas y sociales: “Es un punto de encuentro de todos los que viven en Venezuela, hayan nacido en nuestro territorio o hayan escogido a Venezuela como como su tierra”, señaló el prelado.

La canonización de José Gregorio Hernández

La canonización se da en circunstancias excepcionales. Habitualmente, se requiere la comprobación de dos milagros atribuidos a un beato para su canonización. Sin embargo, en este caso, el Papa Francisco dispensó la necesidad del segundo milagro, mostrando así su gran devoción y admiración personal por el médico venezolano.

“El Papa había afirmado que había dado instrucciones al Dicasterio para la Causa de los Santos para que agilizará el proceso del Beato Dr. José Gregorio Hernández. Hubo que hacer una nueva presentación poniendo de manifiesto el gran cariño que se tiene hacia él, como después de la beatificación se ha fortalecido el culto en torno a la persona del Dr. José Gregorio Hernández”, explicó Mons. González de Zárate.

A pesar de la preocupación por el estado de salud del Papa Francisco, el Vaticano continúa con su agenda regular: “El Papa sigue trabajando y revisando documentos. En este caso, Mons. Edgar Peña, sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano, fue el encargado de llevar el decreto al Santo Padre”, detalló el arzobispo de Valencia.

Más allá de los milagros, un ejemplo de vida

José Gregorio Hernández es reconocido por los milagros atribuidos a su intercesión, pero, sobre todo, por su ejemplo de vida cristiana: “Es un ejemplo de cristiano. Un ejemplo de un laico, en algún momento se vio como sacerdote o como religioso, pero la voluntad de Dios lo llevó a ser laico, un laico profesional, un laico profesor universitario, un científico reconocido, el introductor del microscopio y de la ciencia microbiológica en Venezuela; un ciudadano que supo también responder a los requerimientos de su patria, Venezuela; alguien que sirve de ejemplo para los que les toca ser profesionales, ejercer en la vida pública este el testimonio cristiano”, explicó el arzobispo.

En un momento difícil para Venezuela, su canonización también genera esperanza: “No podemos condicionar la acción de Dios a lo político, pero sí podemos pedir a José Gregorio Hernández que interceda por el bienestar del pueblo venezolano y nos ayude a encontrar caminos de unidad y reconstrucción”, agregó.

“La Iglesia reconoce a los santos no solo como intercesores, sino como modelos de vida cristiana. Su testimonio trasciende fronteras y puede inspirar a muchas personas en el mundo”, destacó el prelado.

Proceso de canonización

El arzobispo explicó que el proceso de canonización implica rigurosas investigaciones. Primero, se abre la causa en la diócesis de origen del candidato a santo. Se examinan sus escritos, testimonios de personas que lo conocieron y su influencia en la comunidad.

Luego, la Santa Sede evalúa sus virtudes heroicas y, si se aprueba un milagro atribuido a su intercesión, se le beatifica. La canonización normalmente requiere un segundo milagro, pero en casos excepcionales, el Papa puede dispensarlo, como sucedió con José Gregorio Hernández.

Para concluir, Mons. Jesús González de Zárate dedicó un mensaje de unidad y una bendición especial: “Que el Dr. José Gregorio Hernández nos vincule más cada día, nos haga crecer en el amor de Dios y en la amistad entre nuestros pueblos, y que la bendición de Dios se derrame sobre todos”.