El Papa León XIII la proclamó patrona de la República Argentina en 1887, y su santuario —construido a fines del siglo XIX e inaugurado oficialmente en 1910— es hoy uno de los centros de peregrinación más visitados de América Latina. La festividad de este 8 de mayo incluye misas especiales, actividades litúrgicas y, en muchos casos, movilizaciones populares que reafirman el vínculo entre la religiosidad y la identidad nacional.
Además de Nuestra Señora de Luján, el santoral del 8 de mayo conmemora también a otros santos y beatos, entre ellos:
San Bonifacio IV, papa del siglo VII, recordado por transformar el Panteón de Roma en un templo cristiano dedicado a la Virgen y a todos los mártires.
San Víctor de Milán, mártir cristiano durante las persecuciones del emperador Maximiano.
San Desiderato de Bourges, obispo francés del siglo VI, conocido por su compromiso con los pobres y su defensa de la ortodoxia.
En muchos rincones del país, especialmente en zonas rurales o del interior profundo, el día de la Virgen de Luján conserva un fuerte componente comunitario, con procesiones, festivales y celebraciones que trascienden lo religioso para convertirse en expresiones de la cultura popular.