En el Dicasterio para las Causas de los Santos, del Vaticano, se realizó el 17 de junio la apertura del proceso supletivo de la investigación diocesana de la causa de beatificación y canonización del siervo de Dios Tarcisio Rubín.
Rubín nació en Italia en 1929, fue miembro de la Congregación de los Misioneros de San Carlos, más conocida como Padres Scalabrinianos.
Donó su vida por los más marginados siendo un misionero infatigable que desarrolló su actividad evangelizadora en Suiza, Alemania, Italia y Argentina, particularmente en Mendoza y en Jujuy.
Es en Jujuy donde pone todo su empeño en un modo original apostólico, con una opción radical de vida religiosa.
El Santo Pueblo de Dios recuerda su accionar como un hombre de Dios que dio toda su vida por los más pobres y desheredados, por los emigrantes "golondrinas" chilenos y bolivianos que se encontraban lejos de su país, de su familia, de sus afectos.
Organizó misiones populares con aquellos que se encontraban en trabajos temporarios y apoyando a los más alejados, siguiendo las huellas de san Juan Bautista Scalabrini.
En sus momentos de oración y contemplación intensa, rogaba a Dios de ser fiel, hasta la muerte, de la vocación recibida, amando la Iglesia, sirviendo al prójimo, sobre todo a los más pobres.