"Tinkunaco, encuentro con Cristo presente en nuestra Historia", fue el lema de la celebración tradicional e histórica del encuentro de las imágenes de San Nicolás y el Divino Niño Alcalde que presidió monseñor José Antonio Díaz, obispo de Concepción.
La celebración comenzó con la bienvenida de las imágenes al son de los misachicos -genuina expresión de religiosidad popular- que acompañaron a los peregrinos.
Primero se ubicó la imagen de san Francisco Solano. Luego llegó la de san Nicolás, proveniente de la capilla que lleva su nombre, acompañada de una procesión de fieles. Luego arribó la imagen del Divino Niño Alcalde que fue traída desde el barrio Belgrano y también acompañada con una multitud de fieles.
Mientras los misachicos lanzaban al aire sus sones de bombos, redoblantes y flautas; desde la catedral se anunciaba la ceremonia con cánticos y el pastor diocesano esparcía incienso sobre las imágenes.
Entre otras expresiones de fe de los promesantes se invitó a la ceremonia de las tres genuflexiones en las que se reconoció "el Señorío y la fidelidad a Dios".
Luego se hizo el "topamiento", el encuentro de las imágenes religiosas, y el obispo invitó a los fieles a realizar el saludo de la paz.