El presbítero Munir Bracco, de la arquidiócesis de Córdoba, expuso este 1° de octubre ante un plenario de las comisiones de Salud, de Legislación General y de Justicia y Asuntos Penales del Senado de la Nación, en el marco del debate de distintos proyectos de ley para regular las apuestas online. En su intervención, el sacerdote -vocero del arzobispo de Córdoba, cardenal Ángel Rossi SJ, y vicario de Pastoral de la arquidiócesis- transmitió la posición de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, invitada especialmente por los senadores, y advirtió sobre la magnitud del problema. "El punto central es si existe voluntad política para poner límite a esta peste que está causando estragos en todos los rincones de nuestra Patria, y que amenaza con dejarnos una generación de ludópatas", planteó. "Una pandemia silenciosa" El padre Bracco definió a la ludopatía como una "pandemia silenciosa que está destrozando vidas" y subrayó que el impacto es aún mayor en adolescentes y jóvenes. Para ilustrar la gravedad del fenómeno, relató lo ocurrido en la provincia de Córdoba, donde la legalización del juego online no redujo los riesgos sino que, por el contrario, los multiplicó. Recordó en ese sentido la advertencia del cardenal Rossi: "Les hemos puesto a los chicos un casino en cada celular". El deporte y el sinsentido de asociarlo con el juego En otro tramo de su exposición, el sacerdote cordobés cuestionó la vinculación del juego online con el deporte, alertando sobre las consecuencias en los más jóvenes: "Asociar el deporte, símbolo de salud, esfuerzo y trabajo en equipo, con algo que enferma es un sinsentido. Los chicos ya no disfrutan del fútbol: lo viven pendientes de si habrá un gol, una tarjeta o un penal para ganar o perder una apuesta". El plenario contó también con la participación de representantes de empresas de apuestas, de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y de senadores de distintos bloques políticos. Tres ejes para enfrentar el problema Finalmente, el padre Bracco presentó la propuesta de la Iglesia para abordar la problemática en tres ejes interconectados: Atender a las víctimas de la ludopatía y acompañar a sus familias. Prevenir que otros caigan en la adicción. Evitar que el Estado, mediante políticas erradas, favorezca indirectamente el avance de esta dependencia. Con estas palabras, el sacerdote cordobés pidió a los legisladores un marco normativo que priorice el bien común, proteja a los más vulnerables y enfrente lo que calificó como una de las amenazas más graves para las nuevas generaciones. Más información, en www.episcopado.org y redes sociales.+