Ha entrado en plena vigencia la Ley del aborto, mal llamada "interrupción" del embarazo pues sólo se interrumpe algo que puede seguir, sino sigue ya es otra cosa, en este caso ABORTO. Días pasados leíamos en un matutino local que la Maternidad tiene un equipo preparado para cumplir la ley y hoy, leemos en un muro personal de facebook, con sorpresa, un terrible caso de una mamá que tiene en riesgo su vida luego de haber transitado un nacimiento con dificultad y que, según los familiares, no fue bien tratado en dicha institución. Desde este espacio no queremos poner en duda la idoneidad de los profesionales de la salud y mucho menos de los médicos, enfermeras y personal que sabemos que dedican lo mejor de si para traer, acompañar y sostener la vida de los bebes y sus madres. Simplemente anteponemos dos situaciones para reflexionar sobre los "DERECHOS" que, sin dudas, aquí si contraponen. Por un lado el derecho a nacer del bebe y, por otro, según lo establece esta ley, lo que les permite hacer a los padres de la vida por nacer. Pedimos que, si de respetar derechos se trata, se respete el derecho de estar bien informados y que la madre vea al "fenomeno" (Definición del Ministro de Salud de la Nación Argentina respecto del niño por nacer) que lleva en su vientre y que la "persona reconocida y protegida por nuestra constitución" pueda mostrarse (por la ecografía) a su progenitora, persona gestante o como deseen llamarle, en definitiva su madre y, si fuera posible el padre si se dignó en aparecer o si se le permite estar. En medio de una sociedad llena de contradicciones, seguimos apostando por la vida, la que nace, la de los padres y la de los profesionales de la salud.