En un emotivo comunicado difundido por la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), los obispos del país expresaron su «enorme tristeza» por el fallecimiento del Santo Padre, al tiempo que agradecieron a Dios por su vida y legado.
El Papa Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, fue el primer pontífice latinoamericano y el primer jesuita en llegar al trono de San Pedro. Su pontificado, iniciado en 2013 tras la renuncia de Benedicto XVI, estuvo marcado por una apuesta decidida por una Iglesia cercana a los pobres, los excluidos y los que sufren.
«Su magisterio deja una huella imborrable», afirma el comunicado episcopal, en referencia al testimonio de fe que Francisco dio a lo largo de sus años como pastor de la Iglesia universal. Desde su opción preferencial por los pobres hasta sus constantes llamados a la fraternidad, el cuidado del planeta y la paz mundial, su figura trascendió el ámbito religioso para convertirse en un referente moral global.
Los obispos argentinos invitaron a todas las comunidades del país a celebrar la Eucaristía en memoria del Papa Francisco y a renovar su fe en Cristo Resucitado durante este tiempo pascual, especialmente en el marco del Año Jubilar de la Esperanza.
«Lo despedimos con emoción filial», dice el mensaje, que concluye encomendando su descanso eterno a Dios Padre y a la intercesión de María, Nuestra Señora de Luján, patrona de la Argentina. En todo el país se espera una amplia participación en misas y vigilias en homenaje a quien, desde su humildad, llevó el nombre de su tierra natal hasta lo más alto del escenario mundial.