Durante la primera edición de esta serie de encuentros virtuales, el diálogo se orientó hacia los «Jóvenes, la ecología y el desafío del cuidado de la casa común». Disertación en la que Guillermo Sandoval director del centro de Gestión del Conocimiento del Celam, ofreció su análisis a partir del trabajo que lidera con diferentes redes educativas y de investigación.
Al respecto, dijo que si bien lo que se busca es fortalecer el vínculo entre los estudiantes y el planeta, existen posturas que deben cuestionarnos. Una de ellas es la constante asociación que se hace de los jóvenes y sus competencias con el futuro, que aunque no se hace con mala intención, los margina de lo que sucede en el presente.
Usar frases como «ustedes son el futuro», terminan por excluirlos de la responsabilidad sobre lo que sucede hoy. «Con una sola frase descalificamos el protagonismo de 1.200 millones de personas cuyas edades están entre los 15 y 24 años, es decir, el 16% de la población». Y si extendemos la categoría joven a los 30 años, alcanzaríamos un 24% de la población global, es decir, 1.800 millones de personas», afirmó.
Fenómeno que plantea interrogantes que van desde lo justo de la situación, hasta las conductas que se normalizan para ignorar a los jóvenes, lo que causa ciertos daños colaterales. Sandoval invitó a la búsqueda de respuestas ante los desafíos que plantea el Pacto Educativo Global y la invitación del Papa Francisco a los jóvenes: hacer lío.
Para el académico ante causas justas como la defensa del planeta, sabemos que «los jóvenes se movilizan en su defensa», por ello elaboran preguntas y buscan respuestas cuya complejidad se va haciendo más intensa con el paso del tiempo. Entonces, ante la crisis socioambiental «la universidad por responsabilidad con su entorno, tiene el deber de entregar explicaciones científicas y ofrecer caminos de solución», indicó.
Desde su perspectiva, es importante que esas respuestas toquen el corazón, además de la inteligencia de los estudiantes, porque solo así nos hallaremos ante una respuesta social y política por parte de ellos.
Consciente del compromiso de los jóvenes ante los desafíos que plantea la crisis socioambiental, piensa que con los jóvenes de este tiempo se puede contar con sus «ideas concretas, previstas para un corto plazo, tareas comprobables, específicas, evaluables y que tras ser ejecutadas motivarán otros proyectos, porque ser prácticos es una de las características de los jóvenes de este tiempo».
Igualmente, no descarta que otro segmento de ellos, desarrolle un pensamiento social de mayor amplitud. “Los jóvenes verán que las raíces del problema ecológico no están sólo en el tema del medio ambiente, sino en la organización de la sociedad que deben cambiar”.
Análisis que motivará entre otras prioridades “el estudio de los graves problemas contemporáneos, como la dignidad de la vida humana, la promoción de la justicia para todos, la calidad de la vida personal y familiar, la protección de la naturaleza, la búsqueda de la paz y la estabilidad política”.
Temas que necesariamente implican «una distribución más equitativa de los recursos del mundo, un nuevo ordenamiento económico y político que sirva mejor a la comunidad humana”. Así, los jóvenes que demanden estas necesidades, serán los que “comprendan en profundidad la búsqueda de respuestas con una visión ecológica integral, porque la casa común incluye a sus habitantes”.
Un panorama, ante el cual Sandoval sostiene que la universidad no puede aislarse, por el contrario debe mirar con esperanza el futuro porque “no es posible enfrentar problemas globales, como el cambio climático, sin atender a las fallas estructurales de la sociedad”.
Para Guillermo Sandoval, el camino pasa por «asumir activamente la noción de responsabilidad social y en un quehacer ético, asumir los compromisos del Pacto Educativo Global”. Se trata de entender la lógica que impulsa las interacciones entre la universidad y el territorio, el respeto medioambiental y la sostenibilidad, así como la centralidad de la persona humana.
Reflexiones que han de motivar acciones y que durante la actividad virtual se vieron enriquecidas por la intervención de los representantes de las universidades LUMSA de Italia y Javeriana de Colombia sobre la importancia del Pacto Educativo Global, además del diálogo intergeneracional que vinculó la postura de estudiantes y académicos.
Espacio en el que también participaron delegados del Centro de Educación para el Desarrollo Sostenible de la universidad UNIMINUTO de Colombia y la Unidad de Ecología Integral de la universidad de Comillas en España.