«Recibo esta comunión con la certeza de contar con la oración de todos ustedes. El Señor nos mandó de dos en dos y yo también los necesito. Qué Dios bendiga al Ecuador”, finalizó.
Muñoz también contó que hace ocho años había sido convocada por un sacerdote para dirigir Cáritas en Ceibos, algo que terminó aceptando con un espíritu de fortaleza.
«Yo estaba pasando un momento muy difícil de mi vida y decidí aceptar esa misión con espíritu de fortaleza… porque ese es el espíritu que nos da el Señor, de fuerza, de valentía», indicó.
“Las misiones no son fáciles, más aún en una coyuntura como la que estamos viviendo, sanitaria, económica, pero sobre todo de lo que nos falta aquí adentro (se toca el pecho), de la falta de misericordia unos a otros”, prosiguió.