Martes I de cuaresma
En el libro del Génesis, cc 28 podemos leer la escena (te invitamos a hacerlo) de la escalera de Jacob. El sueña con Ángeles que suben y bajan por una escalera. Mientras el reposa sobre una piedra que usó de almohada, la misma que convertiá en altar el dia siguiente. Pero esperá… que te parece si lees el texto sagrado y no te lo cuento yo…
“De pronto llegó a un lugar, y se detuvo en él para pasar la noche,
porque ya se había puesto el sol. Tomó una de las piedras del lugar, se la puso
como almohada y se acostó allí. Entonces tuvo un sueño: vio una escalinata que
estaba apoyada sobre la tierra, y cuyo extremo superior tocaba el cielo. Por
ella subían y bajaban ángeles de Dios. Y el Señor, el Dios de Abraham, tu
padre, y el Dios de Isaac. A ti y a tu descendencia les daré la tierra donde
estás acostado. Tu descendencia será numerosa como el polvo de la tierra; te
extenderás hacia el este y el oeste, el norte y el sur; y por ti y tu
descendencia, se bendecirán todas las familias de la tierra. Yo estoy contigo:
te protegeré dondequiera que vayas, y te haré volver a esta tierra. No te abandonaré
hasta haber cumplido todo lo que te prometo». Jacob se despertó de su sueño y
exclamó» «¡Verdaderamente el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía!». Y
lleno de temor, añadió: «¡Qué temible es este lugar! Es nada menos que la casa
de Dios y la puerta del cielo». A la madrugada del día siguiente, Jacob tomó la
piedra que la había servido de almohada, la erigió como piedra conmemorativa, y
derramó aceite sobre ella. Y a ese lugar, que antes se llamaba luz, lo llamó
Betel, que significa «Casa de Dios».
Ahora podemos pensar juntos en varias cosas que pueden
servir para tus meditaciones de cuaresma.
a. Estos ángeles parecen encontrar en el corazón del fugitivo Jacob los dos
movimientos fundamentales del corazón, del espíritu humano: la trascendencia y
la inmanencia, el más allá y el aquí y ahora de nuestro ser temporal y local. Somos
invitados a pensar y buscar equilibrio entre esta necesidad de buscar la
trascendencia, lo infinito, lo espiritual… (sin olvidar a los otros, lo humano)
y esa potente inclinación al simple carpe diem… carente de sentido.
b. Hay tiempos y lugares santos en tu vida “y yo no lo sabia dice Job”. Y debemos
saber buscarlos y encontrarlos. Quizás son historias fuertes del paso de Dios
por tu vida…quizás son lugares, personas… hay que para y mirar… y descubrir…
esos lugares benditos donde Dios estaba… y no lo viste.
c. La casa de Dios también es TU TEMPLO… verdaderamente Dios está en vos… y
allí sigue siendo Santo…
todaro21