Manifestó que en este caminar “nos acompaña y nos precede Jesucristo, nos acompaña y nos fortalece y nos conforta María Santísima, y ahora también el Beato Mamerto Esquiú, uno de nosotros, uno de estos peregrinos de nuestra querida Catamarca, él nos atrae con su figura señera”. Llamó a ser “peregrinos de esperanza, que nosotros seamos esa esperanza en tantos corazones desanimados, que se sienten desahuciados, que podamos en ellos poner la esperanza”.
Agradeció a cada uno los fieles que llegaron con sus párrocos y los exhortó a que sean “comunidades vivas, fraternas, evangelizadoras donde se hace presente cada día el misterio del amor de Dios, que se celebra en la Eucaristía”.
“Hemos venido para hacer nuestra peregrinación, a celebrar nuestro Jubileo Diocesano, somos una única comunidad, la Iglesia que peregrina en Catamarca con sus presbíteros, con sus diáconos, con sus consagrados, con sus laicos en distintos servicios dentro de las comunidades, y todos aquellos que no pudieron venir están unidos a nuestros corazones. Es toda la diócesis que hoy peregrina y celebra el Jubileo de los 2025 años de la venida del Hijo de Dios a este mundo para salvarnos de nuestros pecados”, resaltó.