En la antesala de la procesión del Señor y la Virgen del Milagro, el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, acompañó a los peregrinos que caminan desde la Puna hacia la capital provincial, y compartió con ellos momentos de profunda fe y pertenencia comunitaria.

"Me sentí parte de la gente", dijo en declaraciones a Somos Salta, al tiempo que exhortó a la dirigencia a superar las divisiones políticas: "¿No ven que la gente necesita esto, unidad, estar juntos? ¡La gente quiere compartir, ir para adelante!".

Miles de fieles provenientes de San Antonio de los Cobres, Tolar Grande y otros parajes puneños avanzan estos días hacia la basílica y catedral salteña, donde el próximo lunes se celebrará la tradicional Fiesta del Milagro.

En este trayecto, monseñor Cargnello se sumó a la marcha, compartiendo las comidas, los descansos y las oraciones de los peregrinos.

Caminar juntos
El arzobispo destacó el ejemplo que ofrecen las comunidades puneñas, que año tras año realizan este sacrificio motivados por la fe y la esperanza: "Caminar juntos es lo que necesita la Argentina y el mundo. Sin embargo, seguimos peleando por el egoísmo de unos pocos, mientras la gente transmite fe y esperanza".

Monseñor Cargnello dirigió un mensaje a los dirigentes políticos y sociales, invitándolos a escuchar el clamor del pueblo y a trabajar por el bien común: "La gente quiere estar unida, no dividida. La verdadera transformación se da en comunidad, en diálogo y en reconciliación".

Asimismo, alentó a los trabajadores del norte, especialmente a quienes se dedican a la minería, a pensar en el futuro de sus familias, invirtiendo en educación y salud, y no dejando que los bienes se diluyan en caminos efímeros.

El arzobispo de Salta recordó que la Fiesta del Milagro es signo de encuentro, de fe y de esperanza, y que el desafío es trasladar esa experiencia de fraternidad a la vida social y política del país.+